Cómo hacerte feliz a ti mismo y no morir en el intento
- Miguel Oceguera
- 24 jun 2016
- 2 Min. de lectura

Aunque muchas veces la tristeza esta a la vuelta de la esquina y puede no ser tan evidente como lo es una cortadura, aquí dedicare algunas líneas acerca del posibles dificultades que enfrentan los adolescentes y los jóvenes en la persecución de la felicidad, ya que muchas veces libramos una lucha interna que incluso nosotros mismos podemos llegar a ignorar.
Esta búsqueda de felicidad para uno mismo se vuelve un tema que comienza a tomar relevancia una vez que damos nuestros primeros pasos como adolescentes.
Una de las tantas señales de que dejamos de ser niños es comenzar la búsqueda de encontrar nuestra propia identidad. Dicha búsqueda incluye precisamente satisfacernos a nosotros mismos, ya que llega un momento en el que notamos que las cosas viejas dejan de gustarnos y otras nuevas comienzan a interesarnos, y para acércanos a esas novedades muchas veces tendremos que hacer cosas que no habíamos hecho antes, es por esto que la adolescencia es un periodo constante de experimentación.
Siendo este experimento llamado “adolescencia” del que en un principio conocemos poco o nada, muchas veces intentamos con la imitación de lo que vemos o también seguimos las recomendaciones que otros nos hacen, con frecuencia debido a la aceptación y la sensación de satisfacción que nos trae ser como otros para estar junto a otros.
Sin embargo, para algunas personas en algún punto la búsqueda empieza a ir mal, ya sea por alguna racha de eventos que nos parece difícil de enfrentar o porque sentimos que no tenemos lo necesario para ser felices o hacer felices a los que queremos.
¿Recuerdas que te dije que a veces nos parece buena idea imitar o seguir la receta de alguien más? Es normal que las primeras veces que imitamos a otros consigamos buenos resultados, pero al pasar el tiempo, nuestra “receta de felicidad” comienza a tener cada vez menos efecto ¿Por qué?, simple, nosotros crecemos, por lo tanto nuestros métodos también lo hacen, y no solo eso, aunque tomamos prestado una receta de felicidad, tarde o temprano descubrimos que esa no es nuestra manera de hacer las cosas.
¿Qué hacer?, seguir experimentando, escúchate primeramente a ti mismo cuando estas frente a una dificultad, enfócate en que es lo que quieres, si puedes lograrlo y cuanto te costará lograrlo.
También toma en cuenta que siempre habrá cosas, personas y situaciones externas a nosotros que probablemente nos hagan sentir que satisfacernos a nosotros mismos no es la mejor opción, así como también en veces queremos alcanzar metas que nos pueden perjudicar de manera irreversible, es por esto que en nuestro próximo articulo de viernes “Para Chavos” continuaremos con este tema.
Comments