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Las adicciones en el mundo moderno

  • Daniel Higareda
  • 20 jun 2016
  • 2 Min. de lectura

Alcohol, tabaco, drogas ilegales, son las adicciones que comúnmente conocemos y de las que esperamos proteger a nuestros seres queridos. La pregunta importante aquí es ¿Sólo de esto nos debemos cuidar? ¿La adicción es provocada por las sustancias o somos nosotros los propensos a ser adictos?


Respondiendo a la primera pregunta: las adicciones van más allá del consumo de sustancias (legales o ilegales), abarcan actividades como trabajar demasiado, comprar compulsivamente, asistir a casinos, saltar de una relación sentimental a otra, navegar demasiado en internet, etcétera.


La variedad a las adicciones es tal que nos responde en automático la segunda pregunta. Si bien el medio externo nos acerca a todo lo que pudiera provocar una adicción cada uno de nosotros tiene un nivel de riesgo diferente a desarrollar una adicción, diversas estructuras cerebrales se comprometen al momento de realizar cambios por los estímulos de una droga o actividad adictiva.


¿Es mi cerebro, no hay nada que pueda hacer? Recordemos que si bien cada persona es propensa de diferente forma, es nuestra propia historia de vida lo que nos acercará a cualquier tipo de situación que nos ponga en riesgo, lo más importante es saber que toda adicción es una forma de escape a algo que no queremos o no sabemos cómo afrontar, antes de pensar si somos propensos o no a una adicción preguntémonos si hay algo en nuestras vidas que emocionalmente nos pueda acercar a esto.


¿Cuáles son las señales de alerta si yo o algún familiar está desarrollando una adicción?


  • Obsesión por el objeto o actividad: pensar demasiado en aquello que se usa de vía de escape (querer comprar en todo momento, hablar de trabajo constantemente, pensar en cómo conseguir más cigarros)

  • Búsqueda constante de acercamiento: la persona puede dejar actividades como estudio, trabajo, cuidado personal por intentar pasar tiempo con aquello causante de la adicción. (Faltar a clases para estar en internet, utilizar todo el dinero de la mesada o quincena en compras innecesarias)

  • Incapacidad para detenerse: Es difícil moderar la actividad o dejar de hacerla completamente. (Beber seis cervezas en lugar de sólo una, cubrir demasiadas horas en el trabajo a pesar de haber terminado la jornada usual)

  • Irritabilidad o síntomas de resaca al detener la actividad: molestias intensas por tener que dejar de jugar videojuegos, malestar físico al dejar de consumir una sustancia son algunos ejemplos, esto refuerza además la búsqueda constante de acercamiento.

  • Negar y/o ocultar la situación de los demás: esconder comida para que no se detecte la tendencia a comer demasiado, negar que se ha gastado todo el dinero en zapatos, o decir que la conducta es necesario son formas en que la persona trata de no llegar a tener que admitir que tiene un problema.


Si detectamos que una persona cercana a nosotros es necesario acercarnos y ver qué está sucediendo, si bien la adicción es preocupante y puede causar sentimientos de molestia o decepción hacia la persona con una adicción contemplemos que son en estos momentos cuando más nos necesitan y es la razón que llevó a la persona a llevar las cuestiones adictivas lo que tenemos que buscar afrontar y solucionar.

Yorumlar


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