Beneficios psicológicos de la actividad física
- Rodrigo Lopez
- 8 ago 2016
- 2 Min. de lectura

La actividad física como el deporte, el baile, el ejercicio y algunos juegos de entretenimiento que requieren esfuerzo impactan en nuestro cuerpo de forma saludable de más de una manera. Además de beneficiar nuestra salud, promover el crecimiento y mantenimiento de músculos y mantenernos en forma, la actividad física aporta mejoras a nuestro estado de ánimo y a la salud mental.
Entre otros indicadores asociados a la salud mental que también se ven beneficiados están la sensación de bienestar y la sociabilidad. La sensación de bienestar tiene que ver con la manera en la que percibimos nuestra calidad de vida de forma global. Por su parte la sociabilidad tiene que ver con la disposición y gusto que tenemos por compartir tiempo con personas de nuestros diferentes entornos.
Algunos de los beneficios encontrados en la literatura son:
El ejercicio físico está asociado con la reducción de emociones percibidas como estresantes que generan estados de ansiedad.
La ansiedad y la depresión son síntomas comunes de la falta de habilidad física y de dificultades afrontamiento de situaciones cotidianas las cuales generan estrés. Por lo anterior el ejercicio físico ha sido asociado con una disminución de estados de depresión y ansiedad leves y moderadas.
El ejercicio físico realizado durante períodos prolongados se asocia normalmente con la reducción de rasgos obsesivos e impulsivos que generan comportamientos neuróticos.
Las depresiones severas requieren tratamiento profesional, que puede incluir medicación y psicoterapia, con ejercicio como un elemento adjunto.
De la práctica apropiada del ejercicio físico se deriva la reducción de varios indicadores físicos de estrés como la tensión neuromuscular, la tasa cardiaca en reposo y algunas hormonas asociadas al estrés.
Las opiniones clínicas mantienen en la actualidad que el ejercicio tiene efectos beneficiosos sobre los estados emocionales a través de todas las edades y en los dos sexos.
Los individuos físicamente sanos que requieren medicación psicotrópica pueden realizar ejercicio físico cuando el ejercicio y la medicación estén sujetos a una atenta supervisión médica.
Estos son algunos de los beneficios más recurrentes reportados. Entre algunos otros se encuentran el aumento en la atención, la relajación y la percepción positiva de tener control del cuerpo y la mente.
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